domingo, 27 de junio de 2021

 Mi opinión.- Khimera, de César Pérez Gellida.


Antes de nada, decir que el vallisoletano César Pérez Gellida es uno de los autores más reconocidos del panorama literario actual. Su bibliografía resulta realmente extensa, si bien su género más empleado ha sido, hasta ahora, la novela negra. Reconozco que me llamó mucho la atención cuando vi que se había lanzado a la aventura de la ciencia-ficción. No por nada, simplemente porque de alguna manera lo tenía encasillado en un determinado estilo, y este libro se sale completamente del mismo. Lo cierto es que me picó bastante la curiosidad, ya que a mí la ficción siempre me ha atraído desde aquellos lejanos inicios como lector de novelas.

La duda inicial que se planteaba, creo yo, resultaba bastante razonable: ¿Puede un escritor de novela negra internarse en la ciencia-ficción y no salir trasquilado? Pues la respuesta es que sí, y además ha conseguido una obra bastante impactante que seguro que va a gustar mucho a los adictos al género de lo irreal y fantástico. Sin más, veamos de qué va el asunto.

El argumento

La acción se desarrolla en el año 2054, en un mundo muy diferente al que conocemos en la actualidad. Tras la llamada Guerra de Devastación Global (el nombre ya da una idea de cómo ha quedado el panorama) el entorno social y geopolítico ha cambiado drásticamente. Ya muy pocas cosas son como eran, prácticamente ninguna. Conceptos como el capitalismo o la democracia han sido sustituidos por el transhumanismo y la tecnofagia (vaya palabrejas, ¿eh?). Digamos que el control mundial ha sido tomado por las grandes corporaciones, tema bastante manido en la ciencia-ficción distópica. Su órgano de poder es la llamada Asamblea, cuyo malvado presidente ejercerá de siniestro personaje con aspiraciones al control total.

Por otra parte, existe un mítico personaje conocido como bogatyr que de alguna manera ejerce de contrapeso a la Asamblea, es decir, encarna al bien. La búsqueda de este bogatyr constituirá el eje de toda la historia. La novela empieza precisamente relatando una vieja leyenda que debe ayudar a encontrar su alma mortal, y dice lo siguiente:

"Descansa dentro de un huevo que porta un pato que vive dentro de una liebre encerrada en un cofre escondido bajo las raíces de un gran roble en la lejana y secreta isla de Buyán". Intrigante, ¿verdad?

El planeta Tierra se halla dividido en los siguientes bloques: La unión de naciones libres, el bloque asiático, la alianza islámica, la confederación de estados africanos, la congregación de pueblos del sur, y también existe una peligrosa y bastante desconocida área de exclusión.

Puntos flojos

- La multitud de descripciones tecnológicas, así como la gran cantidad de personajes que aparecen pueden liar un poco al lector poco habituado a este tipo de historias.

Puntos fuertes

- La trama global en sí misma resulta muy interesante. Ver cómo el mundo ha cambiado, sus continuos enfrentamientos y hostilidades aportan una dosis de acción muy entretenida.

- Los personajes, que están muy bien descritos. A mí me ha gustado mucho el Señor de Asia, pero hay muchos que resultan muy interesantes por sus peculiares características.

En resumen

Un libro muy recomendable para verdaderos adictos a la ciencia-ficción distópica. No creo que esta novela pueda enganchar a curiosos en general, dada la gran cantidad de datos e informaciones sobre la sociedad futura, que en ocasiones pueden resultar excesivos y de difícil comprensión. Es un libro del género y para amantes del género, por eso yo lo he disfrutado mucho.

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