domingo, 6 de diciembre de 2020

 Escribir un libro, una experiencia extraordinaria

Como escritor novato que soy, os voy a contar lo que pienso sobre ponerse manos a la obra con tu primera novela. Lo primero que me planteé era el género sobre el cual quería escribir. Como aficionado a la ficción y el suspense, opté por hacer una mezcla de ambos géneros, con el peligro que ello comportaba. Y digo esto porque he comprobado que la mayoría de gente suele ser de gustos fijos. A los aficionados a la novela negra no les suelen hacer mucha gracia otros géneros distintos. En cuanto a los de la ciencia-ficción, aquí la variedad es bastante mayor, pero siempre dentro de unos determinados parámetros fantásticos.

A nadie se le escapa que gustar a todos es imposible, por lo que no queda otra opción que admitir que tendrás muchas críticas negativas. Las cosas son así, y me temo que esto no cambiará. Personalmente, aunque no me guste, suelo aceptar los palos. Entiendo que pueden y deben servir para mejorar. Digamos que lo primero es armarse con un buen escudo, sospecho que falta hará.

Una cosa buena que tenemos los que vamos de independientes por la vida es que podemos escribir lo que nos venga en gana sin hacer demasiado caso a nadie. Yo no soy profesional, así que no me veo presionado por aquello de vender más o menos libros. Ni tampoco tengo mayor intención de pasar a la historia, por lo que mi libertad de movimientos es total. Eso me gusta. Tengo mi trabajo, del cual vivo, y escribir novelas no deja de ser para mí un hobby, el cual me genera cierta felicidad personal.

Dicho lo anterior, también debo puntualizar que me parece maravilloso que una historia que me he inventado entre cuatro paredes sea leída por personas que no me conocen de nada. Simplemente se han sentido atraídas por la temática y van a ver de qué va la cosa. El autor poco importa, no es nadie (quiero decir que no es nadie relevante). En realidad yo creo que la mayoría de lectores compran las novelas basándose en dos premisas fundamentales: la primera es que conocen al autor, del cual ya han leído sus libros anteriores y les han gustado. Y la segunda es que el tema les atrae, sea el que sea.

Las novelas tienen algo de personal que otros medios no. La esencia reside en que todos nos imaginamos a los protagonistas. Esto no ocurre cuando ves una película, ya que los personajes son los que son y punto, no hay nada que imaginarse. Leer es algo muy diferente, mucho más imaginativo. La lectura comporta una voluntariedad de pensamiento, la construcción de unos hechos que figuran en tu imaginación. Por eso se dice que suelen ser mejores los libros que las películas (yo también lo creo). Cuando vi en el cine la película 'El silencio de la ciudad blanca' me llevé una gran decepción, ni se parecía a lo que yo había leído, un libro muy intrigante e interesante. Seguro que esto también os ha ocurrido a vosotros en alguna ocasión.


Lógicamente resulta más sencillo no pensar que ponerse a imaginarse nada. Por eso creo que a la televisión le quedan muchos años de vida. Simplemente no hace falta nada para su uso, tan solo tener ojos para ver y poco más.

A mí, personalmente, siempre me ha gustado que me sorprendan. Por ello creo en la fuerza de una historia muy original. Si hacemos todos lo mismo, vamos por muy mal camino. Hay que atreverse a innovar, sin temor. Puede que salga mal, claro que sí. Pero como si todo en la vida nos saliese bien...

No quiero enrollarme más, pesados sobran. Tan solo aconsejaría a aquellos que como yo, están empezando, que no decaigan. Dicen que la felicidad en esta vida consiste en hacer lo que deseas, sin más. ¿A que parece sencillo? Pues no lo es.

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