sábado, 19 de diciembre de 2020

 ¿Qué importancia tiene la tapa de una novela? 

Hace tiempo leí no sé donde la frase 'Don't judge a book for its cover', que más o menos se traduce por: No juzgues un libro por su cubierta. Obviamente, no se refería a los libros, sino más bien a la apariencia externa de las cosas en general.

Y de eso quería hablar hoy. Resulta que acabo de ver un estudio en el cual se afirma que casi el 10% de los compradores de libros/novelas adquieren el producto guiándose únicamente por su tapa. Lógicamente esto se puede observar desde dos puntos de vista totalmente opuestos. El primero es que no importa ni la autoría de la novela, ni tampoco el asunto del que trata. Todo un éxito para el escritor, sin duda. Supongo que este tipo de comprador se trata de un lector muy esporádico, y quiero creer que la gente que es verdaderamente aficionada a las novelas no hace esto. El segundo, y que me ha hecho pensar bastante, es que la portada tiene cierto porcentaje de éxito en la venta de un libro.

Somos humanos, eso está claro, con lo que ello implica. La imagen atrae, es lo primero que nos llega. Muchos son los productos que se adquieren por su diseño, haciendo caso omiso a sus funcionalidades. Digamos que la vista es la que manda, sin más. De ello se derivan muchas situaciones peculiares, todos lo sabemos. Existen platos cuya visión no invitan precisamente a acercarse demasiado, pero que cuando los pruebas, la cosa cambia. Es por ello que la cuestión de la imagen externa resulta compleja, como complejas somos las personas en nuestra forma de actuar.

He estado echando un vistazo a infinidad de tapas de libros, con la finalidad de ver qué es lo que se está haciendo en la actualidad por parte de las editoriales. Y lo cierto es que hay de todo. Voy a intentar hacer un pequeño resumen, a ver qué os parece.

He clasificado las tapas en 3 tipos, y ya sé que podría haberlo hecho en muchos más, pero he preferido sintetizar:

Tipo 1.- La tapa llamativa. Todos sabemos a qué nos referimos, en algunos casos son auténticas obras de arte. Fusiones de imágenes impactantes, tipografías llamativas, colores que invitan a centrar la mirada en el producto, etc. Aquí he de reconocer que los diseñadores gráficos se lucen, en general. Cierto que son profesionales y que viven de ello. Evidentemente consiguen el objetivo de que no dejes de mirar la cubierta de ese libro que aún no sabes bien si adquirir o no. Y, en efecto, se trata de un reclamo que a más de uno captará, seguro. A este tipo de tapas pertenecen muchísimas de autores de fantasía/ficción, así como de aventuras.

 Tipo 2.- La tapa del paisaje. Hay montones de libros cuya cubierta consiste en una simple foto de un paisaje y poco más. Parece evidente que, mirando la tapa, no puedes tener ni idea de qué va el asunto. Supuestamente, la foto de un mar agitado puede invitar a pensar que en el libro está lleno de problemas y de conflictos. O no, pero esa es la impresión que la persona ignorante se puede llevar. También puede dar una pista del lugar donde se desarrollan unos determinados hechos, así una foto de un bosque nevado no presupondrá una acción en el Caribe. Para mí este tipo de cubiertas son las más intrigantes, reconozco que no tengo ni idea de lo que quieren transmitir. Y si intento deducirlo, seguro que me equivocaré.

Tipo 3.- La tapa muy simple. Es aquella desprovista de grandes impactos visuales. Realmente no los necesita. Suelen pertenecer a autores muy conocidos, sabedores de que sus seguidores comprarán sus libros sin atender a la portada. De estos libros he visto muchos, y resulta curioso cómo el escritor tiene claro la poca importancia de la imagen al público, en realidad no le hace ni falta.
Aunque el 90% de los lectores dicen que no adquieren las novelas por su tapa, lo cierto es que son muchos los escritores que se ponen en manos de diseñadores para que su producto tenga una apariencia visualmente atractiva. Como decía el famoso anuncio aquel: ¿Y usted qué opina?

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